ORIÓN, FERAL PERO AMOROSO
Esterilizado y soltado de nuevo en su colonia en 2019, tuvimos que cogerlo de nuevo en 2021 debido al mal estado en que se encontraba. Estuvo ingresado unos días, y lo acogió la voluntaria que lo rescató. Pero, al salir de una revisión, se escapó del transportín y estuvo 18 días perdido hasta que pudo ser capturado otra vez. Volvió a estar ingresado, y desde entonces vive en casa de la compañera pero encerrado en una habitación, porque una de sus gatas es extremadamente territorial y le ataca.
Orión es positivo a inmunodeficiencia, tiene calicivirus y el riñón tocado. Se le extrajeron los dientes pero come genial (incluso pienso), aunque necesita medicación para el riñón. A pesar de llevar toda su vida en la calle, haber sufrido lo indecible y ser medio feral, disfruta de los mimos humanos e incluso los pide, y le encanta que le rasques por la zona del culete y en la cabecita. Además se lleva bien con otros gatos y con perros, y se ha adaptado genial a vivir en interior. Y con Saskia, su compi de habitación, ha creado un vínculo que ya nadie puede romper, ¡son como novios!
Toma un pienso especial, latitas de calidad, y medicación diaria. Además, necesita revisiones veterinarias cada seis meses, en las que le hacen analíticas y ecografías para controlar que esté todo correcto y ajustar la medicación.
A Orión no podemos darlo en adopción por su carácter feral, y porque con el estrés del cambio podrían bajarle las defensas y podría ponerse malito al tener inmunodeficiencia. Pero necesita madrinas y padrinos para él, que ayuden a que podamos darle la mejor alimentación y su tratamiento sin falta para que tenga la mayor calidad de vida posible.
¿Quieres echarle una patita a nuestro desdentado favorito? ¡Te mantendremos informadx de su estado y tendrás fotitos y vídeos suyos tan a menudo como quieras! Anímate, ¡te necesita!
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